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| Niños que nacen fuera del matrimonio. Orfanatos y educación artificial | 2512. El estado desdichado mencionado también afecta, naturalmente, a muchos de los niños nacidos fuera del matrimonio, y que no llegan a hacer la experiencia de un hogar protector bajo el cuidado, la educación y asistencia de un padre y una madre verdaderos. En vez de esta protección cariñosa y luminosa van a orfanatos y correccionales, donde la educación en la manera de ser tiene lugar, por parte de responsables y funcionarios empleados, como en una fábrica a través de la fría dictadura disciplinada y la uniformidad. ¿Qué es una educación en una fría máquina de incubación colectiva así en relación con la educación individual, adaptada a la especial estructura mental individual y a la facultad de comprensión del niño, de un par de padres amorosos? Es evidente que una institución de incubación humana así es imposible que tenga la misma actitud individual amorosa hacia cada niño, ya que se basa en la ecuación en masa como en una educación militar. Pero una institución así es, sin embargo, un gran avance y ayuda en un mundo donde hay un océano de personas irresponsables o sin escrúpulos, que traen hijos al mundo sin pensar que una manifestación o una manera de ser así obliga a uno a ser un ángel de la guarda físico para su propio hijo. En caso contrario, los hijos de personas así tenían que hundirse en los vicios, su carácter tenía que deformarse totalmente o desviarse de la manera corriente de ver y de ser moralmente. Pero una institución así es, y en el mejor de los casos no puede ser otra cosa que un buen sucedáneo de la educación y protección amorosa, determinada por la naturaleza, a través de los padres, aunque estos responsables de orfanatos y correccionales pueden ser muy humanos y considerar este medio de vida como una vocación santa. Estas instituciones no pueden de ninguna manera sustituir el verdaderamente normal y auténtico lazo familiar entre padres amorosos y sus hijos. Pero como no hay casi ningún lazo familiar para estos niños nacidos fuera del matrimonio y abandonados al cuidado de personas extrañas, hay que alabar a las sociedades que crean los hogares o instituciones artificiales para estos niños, abandonados por la familia y los padres, donde, sin embargo, pueden ser atendidos y cuidados, aunque tengan que prescindir de un par de padres amorosos. Una sociedad no puede darles esto último a estos niños. Pero, en medio de su situación de huérfanos sin hogar, algunos niños tienen, sin embargo, la dicha de ser adoptados por personas verdaderamente amorosas y, de esta manera, tienen un buen sustituto del amor que han perdido. Pero no son todos los niños huérfanos y sin hogar los que tienen un destino tan afortunado o feliz en su vida actual. |
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