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| La degeneración del matrimonio y sus consecuencias desdichadas | 2511. Si observamos todos los matrimonios normales, aquí también vemos una degeneración colosal. ¿No se ha convertido, precisamente, en bastante corriente que matrimonios contraídos solemnemente se disuelvan de nuevo ante la infidelidad de uno de los cónyuges y su deseo de contraer matrimonio con una nueva pareja, de la que el cónyuge en cuestión se ha enamorado? Esto sucede sobre todo en ambientes donde el dinero no tiene importancia. En los ambientes menos acomodados se producen, naturalmente, las mismas tendencias, pero aquí, por lo general, una mala economía juega su papel y dificulta que las partes puedan divorciarse. Y en el caso de que, sin embargo, se divorcien, este divorcio crea frecuentemente catástrofes para los eventuales hijos del matrimonio disuelto, dado que frecuentemente pasan a estar a merced de personas extrañas, además de que su conciencia se distorsiona con respecto a la institución del matrimonio en el mundo. |
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