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| La solución al enigma de la esfinge o lo animal y lo humano en el hombre terreno inacabado | 2499. Como los dos principios antes mencionados, el principio animal y el principio humano, están presentes en el hombre terreno inacabado o no iniciado, este ser no constituye, por consiguiente, ningún animal en forma pura, porque en él tiene lo incipientemente humano, del mismo modo que tampoco puede ser un hombre en forma pura, porque en él tiene lo animal. Pero, dado que la evolución muestra como un hecho que lo animal en dicho ser está degenerando, mientras lo humano en el mismo ser está en evolución o crecimiento, también se convierte, en el mismo grado, en un hecho que el hombre terreno va camino de convertirse en un hombre perfecto, a medida que lo animal degenera y lo humano evoluciona o crece. Y la predicción o promesa de la Biblia de que Dios crea al hombre a su imagen y semejanza se convierte aquí en realidad, al igual que aquí también tenemos la solución al denominado «enigma de la esfinge». La esfinge representa con su cuerpo animal «el animal» en el hombre, y con su cabeza de hombre al «hombre» en el «hombre». |
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