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| La incipiente diferencia entre animales y hombres | 2487. No era mucho lo que un hombre en este estadio difería del estilo de vida del animal. Y, sin embargo, no era un animal en forma pura. Comenzó a tener un andar erguido perfecto. La forma de su cuerpo y la expresión de su rostro comenzó a tener una forma más fina que la de los animales. Pero, lo que mostraba de manera especial que ahora había comenzado a convertirse en otro ser era la incipiente superioridad de su conciencia ante los otros animales. Comenzó a tener facultades mentales, que los animales no tenían en absoluto. Además del instinto, heredado del reino animal y todavía muy dominante, el hombre comenzó a tener inteligencia. Y con ella se convirtió rápidamente en muy superior a los animales, por lo demás muy prominentes. Y ya estamos al corriente de cómo esta evolución del hombre ha continuado hasta nuestros días, y de que los hombres actuales no sólo se han convertido en superiores a los animales, sino que también se han convertido en superiores a la materia y, con ello, hasta cierto punto a la naturaleza. No necesito extenderme aquí en detalles sobre las fenomenales facultades humanas de manifestación y creación en relación con las facultades de manifestación del animal, dado que desde hace tiempo se han convertido en un hecho corriente. Hay, por lo tanto, una diferencia muy grande entre el hombre terreno y el verdadero animal. Por el momento, hay la gran diferencia en la manera en que e estas fenomenales facultades se manifiestan, y que han convertido al hombre en el señor de la materia y de los animales. Ha adquirido una conciencia que puede vencer al animal en todos los aspectos, y puede dominar millones y millones de caballos de fuerza del mundo oculto de la materia. Aquí uno no puede, de esta manera, confundir al hombre terreno con el animal. |
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