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Los hombres y la constelación de los polos  2483. Como los hombres terrenos sólo conocen «el fuego supremo» en su incipiente despliegue mínimo, el despliegue que se manifiesta en su propia psique en forma de unipolaridad o forma de ser de sexo masculino y de sexo femenino, y que ha sido normal para ellos a lo largo del reino animal y hasta su aparición actual como incipientes hombres, por ahora no pueden comprender la transformación sexual que, en mayor o menor grado, se manifiesta en la psique de gran cantidad de hombres. Como la unipolaridad o el principio sexo masculino y sexo femenino ha sido el dominante y ha constituido la única forma sexual que han conocido a lo largo de su paso evolutivo a través del reino animal, no es extraño que sólo puedan considerar cualquier otra manifestación de sexualidad como anormal y, con ello, percibirla como amoral. Sólo conocen la parte del principio sexual o fuego supremo que fomenta el proceso de su apareamiento o reproducción. De esta manera, no comprenden que el principio sexual es mucho mayor o mucho más amplio que el ámbito puramente matrimonial. Abarca absolutamente todo el ámbito de la conciencia del ser e influye sobre cualquiera de sus manifestaciones y experiencias de vida. No entraremos aquí en las muchas desviaciones sexuales, en las que los hombres caen muy fácilmente en un determinado estadio muy crítico durante su transformación de los polos, sino que simplemente remitiré a nuestros apartados anteriores con los análisis sobre el fuego supremo. En estos análisis nos hemos ocupado de manera especial de la parte externa de la transformación de los polos, aquí vamos, al contrario, a mostrar la parte interna de la transformación de los polos, es decir, cómo se siente y a qué clases de pensamientos da lugar en sus estadios iniciales aquí, en los hombres terrenos. Aunque los hombres tienen inmensamente mucho que agradecer a la transformación de sus polos, esta transformación, debido a la total ignorancia de los hombres sobre ella, es muy perseguida, juzgada, considerada y castigada como un delito. En realidad, todavía hay países donde la manifestación normal de la transformación de los polos se castiga jurídicamente. Imaginen a lo que puede dar lugar la ignorancia. Un ser es castigado porque evoluciona de un estado a otro, un proceso de transformación que está totalmente fuera del poder y la determinación de la voluntad y que, por consiguiente, puede hacer tan poco al respecto como la flor del campo o el árbol del bosque puede hacer ante el hecho de que crece y se transforma desde una semilla a una planta en su estadio culminante. La manera de ser de toda la humanidad, su manera de ver las cosas, su intelecto, su ciencia, su arte, su política, sus tipos de guerra, sus tendencias de paz, su relación matrimonial, sus amistades y enemistades, en fin, todo su estado cultural hoy es exclusivamente un producto de una mezcla de un estado de conciencia unipolar y bipolar. De hecho, que, en resumidas cuentas, el hombre terreno diverja tanto de los seres que percibe como animales en su forma pura, como es el caso, se debe exclusivamente a la incipiente transformación de los polos. Aquí se comprende la gran falta de conocimiento que muestra la psicología moderna sobre esta zona anímica o psíquica, la más profunda del ser, del mismo modo que aquí también se comprende por qué la filosofía moderna de la vida ni puede crear paz ni hacer desaparecer la guerra de la zona de vida humana terrena.


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