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| Si los seres vivos no estuvieran sólidamente vinculados formando la gran unidad que se denomina la Divinidad | 2473. Si los seres vivos no estuvieran sólidamente vinculados formando esta unidad, su existencia como seres vivos conscientes sería totalmente imposible. Toda la experimentación de la vida, tanto mal como bien, tanto malestar como placer sólo existe en virtud de esta vinculación divina, de esta verdadera fusión de los seres vivos que existe en las más altas esferas de la vida. Y sin esta facultad no habría ninguna percepción en absoluto, y sin percepción ninguna manifestación en absoluto, y sin manifestación cada ser sólo sería un algo que existiría como muerto o sin vida. Y, por consiguiente, el universo sería así mismo un algo no manifestado y, con ello, sin vida. No existiría ninguna Divinidad en absoluto. Toda la radiante vida divina, que constituye el universo y aparece con innumerables aspectos de color y sonido, sería sensorialmente igual a una «nada» que lo abarcaría todo. Pero, afortunadamente, lo contrario es un hecho. El universo es un radiante océano de vida, único, inconmovible e inmortal que todo lo abarca, dividido y manifestado a través de todos los seres vivos existentes. |
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