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| La Divinidad eterna o el Padre universal de todos los seres vivos | 2472. El citado fuego supremo constituye lo mismo que el algo, o la realidad en la psique de los seres vivos, que causa toda la atracción y repulsión entre los seres. Sabemos que todo el universo está compuesto de un océano, que todo lo abarca, de seres vivos. Todos estos seres vivos se diferencian los unos de los otros en que tienen individualidad. Cada uno de ellos constituye una unidad separada, hasta un cierto grado, de los otros seres vivos. Esta unidad es, en su más alto análisis, un fenómeno eterno e inalterable. Pero, al mismo tiempo que cada unidad de este tipo es por sí misma una individualidad, sólo existe en virtud de su inalterable vinculación con todas las otras unidades individuales de este tipo que, por lo tanto, constituyen seres vivos. Existe, así pues, una vinculación indisoluble entre todos los seres vivos del universo que hace que formen una unidad absolutamente indisoluble, sólida y coherente que, a su vez, hace que el universo constituya un único gran ser vivo. Es este ser el que constituye la Divinidad eterna o Padre universal de todos los seres. |
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