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La destrucción mental de la humanidad terrena, donde el primitivismo tiene un lugar de honor  2423. Como la larga escala evolutiva, que los hombres representan, va del primitivismo, la ignorancia y la ruda, mortífera brutalidad al sentimiento altamente intelectualizado y vivificante, que es lo mismo que el amor absoluto, se puede, por consiguiente, juzgar a los hombres de cada estadio evolutivo por el grado de amor que se manifieste en la manera de ser de estos seres. Cuanto menos asesinato, muerte y tendencias bélicas hay en la manera de ser de un pueblo, más altamente evolucionado está este pueblo, del mismo modo que, naturalmente, sucede lo contrario cuanto más tendencia a la guerra, la muerte y el asesinato hay en un pueblo, independientemente de que estas muertes y asesinatos se deban a un culto religioso con sacrificios de animales y hombres a los dioses o sean puros actos de venganza. Maneras de ser que consienten tales manifestaciones forman parte del subsuelo mental del hombre terreno. Aquí el primitivismo animal todavía tiene un lugar de honor. Las incipientes tendencias de conciencia humana todavía son tan escasas que no han podido, de ninguna manera, elevar la manera de ser de los seres por encima del estadio de asesinato. Han podido, al contrario, llevar a los seres a un grado todavía mayor de despliegue de sus tendencias animales. Mientras el animal sólo mata en defensa propia y en situaciones en que es una condición vital para él ser carnívoro, vemos aquí que el hombre, por medio de las incipientes facultades humanas, ha entrado en una zona en la que ahora mata en situaciones en las que no es ninguna condición vital en absoluto. No es en absoluto ninguna condición vital para él sacrificar hombres a los dioses o a la providencia. Aquí vemos las primeras débiles tendencias humanas comenzando a poner al animal en condiciones de pensamiento y manifestaciones, de lo cual el animal en su forma pura carecía, pero que ahora, paulatinamente como hombre, opina tener que cultivar. Las tendencias humanas del animal crean, por consiguiente, en este ser una incipiente orientación hacia una providencia. Este estado mental es, por lo tanto, algo de lo que llama más la atención en el animal que ha comenzado a manifestarse en el organismo humano simiesco que, poco a poco, se convertirá en el verdaderamente delicado organismo humano e instrumento para la conciencia cósmica en la existencia física.


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