Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(2396-2664,E) 
 
Búsqueda avanzada
   

 

El ser vivo, en su grandiosidad en la gloria resplandeciente de Dios, es inmune ante la muerte y la destrucción  2413. Como el ser vivo está, así, por encima de la presunta «muerte», por encima del tiempo y el espacio, del mal y el bien, dado que estos fenómenos sólo existen como productos o fenómenos creados por el ser vivo, este ser es en sí mismo o en su propia naturaleza cósmica intocable. Aquí no puede de ninguna manera ser afectado por ningún ser o cosa en absoluto. Aquí está enraizado en el elemento eternamente inmutable de su propio yo y es uno con la gloria resplandeciente de Dios. Pero, para poder experimentar su inmortalidad y su identidad como señor de la vida y uno con Dios, sucede que con su facultad creadora puede crear organismos, órganos sensoriales y otras facultades creadoras complementarias, en virtud de las cuales puede operar con la materia y en sus resultados, en forma de los órganos de experimentación materiales físicos, mortales o fenómenos temporales, experimentar lo contrario a su propia existencia cósmica eterna, lo cual es necesario para que, en resumidas cuentas, pueda conocer su existencia eterna e inmortal y grandiosidad en la existencia, conciencia y gloria resplandeciente de Dios.


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.