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La constelación de los polos y la aparición de los seres vivos como seres de sexo masculino o femenino o como «el animal» en su forma pura  2404. Este movimiento de los polos del ser crea una especie de ritmo eterno. El polo femenino y el masculino del ser pueden estar totalmente en equilibrio. Y el ser se convierte entonces, poco a poco, en un ser totalmente espiritual, con lo cual su reencarnación o renacimiento en la zona de existencia física entra en su última fase para, paulatinamente, cesar totalmente. Y tras haber estado en equilibrio ininterrumpidamente durante una cierta época en la zona espiritual, la constelación de los dos polos del ser cambia hacia un estadio en el que el despliegue de uno de los polos se ha desarrollado gradualmente al más alto despliegue en su forma pura. Como el otro polo no ha sido objeto de un cambio o crecimiento semejante, sino que casi se encuentra en el mismo estado que tenía cuando ambos polos estaban en equilibrio, el polo desarrollado ha tomado la dirección y se ha convertido en el fundamento de la estructura de la conciencia del ser en cuestión. En el estadio de la vida en el que uno de los polos está, de esta manera, en su mayor despliegue, mientras el otro polo todavía está latente o se encuentra en su despliegue menor, el ser vivo es un «animal en su forma pura». El ser en el que polo masculino es el que se encuentra en su despliegue culminante o mayor, mientras el polo femenino está latente, constituye un «ser de sexo masculino» en forma pura, del mismo modo que un ser en el que es el polo femenino el que se encuentra en su despliegue culminante o mayor, y el polo masculino está latente, constituye un «ser de sexo femenino» en su forma pura.


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