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| La Divinidad diverge de todos los demás seres vivos en que no constituye un microser en un organismo macrocósmico | 8. | Que todos nosotros somos microseres en un organismo macrocósmico, pero que este organismo y su origen no constituye en absoluto el ser vivo que existe como el absolutamente único Dios verdadero, porque este ser, que se nos presenta como un macroser vivo, es él mismo un microser en un organismo que se le presenta como macrocósmico que, así mismo, constituye con su origen un ser vivo que también es un microser en el organismo de un ser macrocósmico y así, como ya se ha dicho, continuando en dirección ascendente en lo infinitamente grande. La Divinidad diverge, así, de todos los seres vivos existentes en no ser, como éstos, un microser en un organismo macrocósmico. |
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