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Reencarnación y destino. Causa y efecto. Ignorancia y sufrimiento 17. Que la reencarnación es el fundamento y garantía inalterable para la creación de la justicia total en el mundo. Sin ella no habría ninguna justicia en absoluto. Y sin conocimiento sobre la reencarnación, la solución del misterio de la vida no puede de ninguna manera experimentarse ni conocerse. Sin tener vidas pasadas y sin tener vidas futuras, los seres vivos de la Tierra, hombres, animales y plantas, tendrían que encontrarse en un verdadero estado de infierno, en el que al parecer una parte muy grande de los seres viven en un estado despiadado y cruel, son víctimas de los procesos más terribles y mortíferos, estados de guerra, enfermedades, miseria, opresión, indigencia y desdicha, mientras otros seres vivos viven en la abundancia, el lujo y el bienestar, son honrados, venerados y llevados en palmas por otras personas. Si el ser vivo sólo tiene la vida actual, no habría ninguna justicia en absoluto, dado que los seres, por lo general, han nacido a estos sufrimientos, los tienen desde su nacimiento físico, es mas, incluso a veces ya los han tenido en el vientre de la madre antes del nacimiento físico. Pero, gracias al conocimiento de la reencarnación, vemos que los mismos seres constituyen la causa primera y absoluta de su propio destino, y que los sufrimientos aparecen exclusivamente a causa de la ignorancia de los seres sobre la manera de ser perfecta y la consiguiente creación de destino. En un sentido cósmico, los sufrimientos no son ningún mal verdadero ni absoluto. Se deben exclusivamente a la ignorancia de los seres sobre el principio causa y efecto. Cualquier manera de actuar es imposible que tenga lugar sin ser causa de efectos. Algunas acciones pueden, de esta manera, ser causa de sufrimiento, asesinato y homicidio, otras acciones pueden ser causa del más luminoso y elevado estado de felicidad y la consiguiente experiencia divina y bienaventuranza.


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