Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(2396-2664,E)  
  Punto:  
(0-41) 
 
Búsqueda avanzada
   

 

Por qué los organismos de los microseres aparecen como «sustancia» o «materia» 11. Que todo lo que observamos en el universo por medio de nuestros sentidos son, exclusivamente, organismos de seres vivos, en parte microorganismos y en parte macroorganismos, además de todos los organismos mesocósmicos. Con respecto a los organismos mesocósmicos, es decir, organismos de plantas, animales y hombres, es fácil ver que son verdaderamente organismos de seres vivos. Es, al contrario, considerablemente más difícil ver y considerar a los organismos microcósmicos como organismos de seres vivos. Son tan pequeños que, por así decir, sólo pueden observarse por medio de aparatos ópticos, microscopios y parecidos. Pero, sólo es dentro de una zona limitada que los microorganismos son tan grandes que pueden observarse por medio de los aparatos ópticos. Fuera de esta zona, los microorganismos son tan pequeños que sólo pueden observarse como una masa única. Esta masa es a la que llamamos «materia» o «sustancia». Toda materia o sustancia es, así, exclusivamente una combinación de organismos de seres vivos. Pero, cuanto más atrás en la evolución se encuentran estos organismos, más aparecen sus funciones prominentes como puras funciones automáticas. Aquí no sucede como es el caso de los organismos de los animales y los hombres que bien es verdad que, hasta un cierto grado, son dirigidos por funciones automáticas, pero, en una zona cada vez más grande, muestran funciones dirigidas o controladas por conciencia diurna despierta. Son estas funciones a las que conocemos como acciones del individuo, y como la manera de ser física con conciencia diurna caracterizada por estas acciones. Los microorganismos menos desarrollados citados todavía no contienen ningún órgano para la experiencia con conciencia diurna despierta, física. Sólo constituyen una combinación de órganos para generar funciones automáticas. La conciencia diurna, despierta del origen sólo funciona por medio de la energía del recuerdo, cuyas funciones éste solo puede, por consiguiente, experimentar en el reino de la bienaventuranza. Aquí sólo puede, de esta manera, experimentar recuerdos. Estos recuerdos son de sus experiencias en un ciclo cósmico de la espiral pasado anteriormente. Por consiguiente, en su estado menor de evolución en la zona física es totalmente no consciente. Su incipiente organismo en la zona física sólo es, como se ha dicho, una combinación de órganos para funciones automáticas. La materia o sustancia que estos organismos no conscientes crean es, así pues, no consciente. Por lo tanto, en la investigación corriente, material o física, se la considera materia «sin vida» o «inorgánica», de la misma manera que en esta misma investigación tampoco se considera, naturalmente, a los microorganismos pequeños como organismos de seres vivos. Dado que, como se ha dicho, son combinaciones de órganos para generar funciones automáticas, generalmente sólo son considerados como pequeños centros de fuerza. En el mejor de los casos, se pueden observar sus funciones físicas automáticas, pero no se sabe cómo han surgido, ni quién o qué es el origen de estos pequeños organismos o centros de fuerza, porque este conocimiento no puede de ninguna manera adquirirse con investigación física. Forma parte de los más altos misterios de la vida cuyas soluciones sólo pueden adquirirse únicamente por medio de conciencia cósmica, cuyo órgano de percepción más noble o principal es la facultad de la intuición total o completamente desarrollada, y cuyo desarrollo sólo tiene, precisamente, lugar por medio del total desarrollo del amor. De esta manera, vemos aquí que la adquisición de conocimiento cósmico o ciencia de la vida no es como sucede con la adquisición de ciencia puramente física o materialista, donde sólo se trata de una cuestión de inteligencia, aquí se trata al cien por cien de un asunto de moral o humanitarismo. Gracias al tono básico del universo, el amor, los hombres inhumanos no tienen un conjunto de sentidos tan desarrollado, que por medio de ellos puedan tener acceso al conocimiento supremo.
      Por lo que respecta a los organismos macrocósmicos, con los sentidos físicos ya se puede ver que constituyen centros de fuerza desde los cuales se generan procesos lógicos, mediante los que se confirman a sí mismos como organismos de un «algo vivo». Los procesos lógicos no pueden de ninguna manera tener lugar si no es por medio de funciones de conciencia, pensamiento, inteligencia y voluntad. De estos organismos macrocósmicos, que generan procesos creadores lógicos, conocemos, así, los sistemas de planetas, sistemas solares, sistemas de galaxias o sistemas de estrellas. Estos sistemas son expresión absoluta de la existencia de seres macrocósmicos vivos y procesos creadores. Son estos procesos a los que llamamos «naturaleza». Nuestra presencia en los organismos de estos seres vivos es igual de natural que la presencia de nuestros microseres en nuestro organismo, en forma de órganos, células, moléculas, átomos, etc. es natural para nosotros, es más, es una condición vital. De la misma manera, nuestra ubicación en forma de microseres en los organismos de seres macrocósmicos es una condición vital para ellos. Sin una ubicación así, sería imposible cualquier experimentación de la vida.


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.