Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(1939-2395) 
 
Búsqueda avanzada
   

 

Almas no nacidas en el ámbito verdaderamente cósmico  2390. Como hemos visto aquí, esta zona oscura es absolutamente imprescindible tanto para la Divinidad como para los seres vivos. ¿Cómo podría renovarse su facultad de conciencia y de pensamiento con sus respectivos órganos, todos ellos formando parte de los fenómenos en las dimensiones del tiempo y el espacio, y convertirse, así, la facultad de experimentación de la vida de la Divinidad y de los seres en eternamente imperecedera? Cuando los órganos de la vida o los seres vivos, que constituyen el fundamento de toda manifestación y experimentación, son fenómenos creados, y el único modo con que pueden existir o llegar a ser es por medio de la creación, en la conciencia o psique de la Divinidad tiene que existir una zona donde esta creación y evolución de los órganos de percepción pueda tener lugar, de la misma manera que los seres, cuyos organismos actualmente se encuentran en esta creación, no pueden manifestarse en absoluto de manera diferente que según el estadio de la creación en el que sus organismos se encuentran actualmente. Que estas manifestaciones, que aquí se originan, tienen que ser imperfectas según y como los órganos, en virtud de los cuales se desencadenan las manifestaciones, sean imperfectos, es tanto evidente como natural. Toda esta zona es percibida por estos seres ignorantes como «infierno», como algo que es «malo», como algo que tiene un diablo como origen, o sea, un ser que representa un contraste a la imagen que se tiene de Dios. Mientras se hace a Dios origen de todo lo que se opina que es bueno, se hace al «diablo» origen de todo lo que se opina es malo, y directamente en nombre de Dios se han hecho religiones con leyes y condenas, persecuciones y ejecuciones de seres, porque pertenecían a esta zona de vida de los seres inacabados y, naturalmente, no podían expresarse con otro talento, otra moral y manera de ser que la que era el resultado de su transitorio estadio evolutivo. No podían, evidentemente, actuar según el conocimiento y talento que por sentimiento y evolución aún no poseían. Que dentro de esta zona uno no podía, naturalmente, crearse ninguna imagen verdaderamente absoluta del universo y la Divinidad y, con ello, de la verdadera naturaleza de la vida es obvio. Por esto, los seres de esta zona sólo pueden, naturalmente, concebirse como almas no nacidas a la naturaleza culminante de la verdadera vida cósmica y a la aparición del resplandor del amor. Y, así, comprendemos aquí que todos los hombres poco a poco, a medida que evolucionan en intelectualismo y humanitarismo, tienen que abandonar las zonas de los viejos dogmas primitivos tradicionales. Crecen o evolucionan en talento cósmico y experimentan, finalmente, la vida eterna divina primaria y perfecta como un hecho.


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.