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La conciencia de la Divinidad, dirigida hacia su interior, y la conciencia de los seres, dirigida hacia el exterior, como condición para toda experimentación de vida | 2385. En virtud de los principios que soportan el universo, nos hemos dado aquí una pequeña idea de lo que experimenta la propia conciencia de la Divinidad. Y hemos visto que toda la condición para que haya vida y creación depende exclusivamente de la facultad extrovertida de los seres vivos, y la facultad introvertida de la Divinidad de experimentar y manifestar. Sin esta combinación, toda experiencia sensorial y manifestación sería totalmente imposible, tanto para la Divinidad como para cualquier otro ser vivo. Y, así, la vida, conforme a su especial estructura, nos muestra como un hecho que la Divinidad existe, y que el universo es su organismo o cuerpo, y que los seres vivos son sus órganos o instrumentos de percepción y manifestación. |
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