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| El objetivo o resultado final de todo movimiento, de toda creación y de todos los contrastes | 2369. Ya sabemos que todo lo que, en resumidas cuentas, crea la naturaleza y, con ello, la Divinidad es inevitablemente en su resultado final para felicidad, alegría y bendición de seres vivos. Además de la inmensidad de resultados finales o totalmente acabados que vemos en la naturaleza o zona de creación de la Divinidad, el resultado totalmente definitivo con respecto a los seres vivos es que cada uno de ellos se convertirá en un ser a imagen del propio Dios. Lo sabrá todo, lo conocerá todo, podrá crear todo lo que puede satisfacer los deseos normales y naturales que pueden surgir en un ser muy elevado como centro de vida e hijo de la Divinidad eterna. Este es el objetivo final de todo movimiento, toda creación, todos los contrastes, desde la más profunda oscuridad o presunto peor de los males hasta la más luminosa profusión de rayos del amor. Que un ser cósmico así no pueda sentir inseguridad, discordia ni tener una crisis nerviosa tendría que ser evidente. Que un verdadero amor y, con ello, una existencia mental totalmente luminosa será el destino de un ser así es igual de evidente. |
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