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| Ningún ser vivo puede vivir aislado e independiente de otras vidas | 2364. Así, hemos mencionado cómo los yos de todos los seres constituyen conjuntamente el yo de Dios, y los organismos de todos los seres son el organismo de Dios. Pero, para que puedan serlo, todos tienen que estar inseparablemente vinculados al yo de Dios. Y, entonces, vemos también que ningún ser puede vivir aislado y totalmente independiente de toda otra vida. Si no hubiera animales y plantas, el hombre no podría en absoluto vivir en la zona física. Si no hubiera animales que pudieran ser alimento para otros animales, estos últimos animales no podrían vivir. Y si no hubiera posibilidades de alimentación vegetal, los seres que comen plantas tampoco podrían vivir. Si observamos la cultura y la vida de los hombres, aquí también vemos cómo los hombres dependen de los hombres. Todos los hombres existen en virtud de las producciones de otros hombres: ciencia, religión, información, enseñanza, lucha contra las enfermedades, edificios, viviendas, máquinas, herramientas, etc. Ningún hombre puede, así, prescindir de estar conectado a la colectividad de su especie o raza. Y esta vinculación de seres en una colectividad mayor con miras al mantenimiento de su vida no es nada que haya disminuido con la evolución, al contrario. En virtud de inventos y descubrimientos, entidades comerciales, las grandes posibilidades de viajar, el teléfono, telégrafo, los movimientos internacionales y mucho más, los hombres se vinculan en una unidad mayor. Con el tiempo, esto se hará más relevante por la circunstancia de que todas las naciones y estados se van uniendo cada vez más para, finalmente, crear un gran estado único que incluirá nada menos que a todo el planeta. |
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