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| Los yos de los seres vivos, su conciencia y sus organismos forman conjuntamente el yo de Dios, la conciencia de Dios y el organismo de Dios | 2345. Que es cómo se ha indicado anteriormente se convierte en un hecho por medio de nuestra propia experimentación de la vida. Nos experimentamos a nosotros mismos como un yo dirigente que experimenta y crea a través de su organismo. Cada ser vivo constituye, así, un yo que hace experiencias y crea. Todos estos yos se considerarán como un único elemento-yo del universo. Este elemento se convierte en el absolutamente único verdadero «punto fijo» del universo. La mentalidad o conciencia de todos los seres vivos se convierte, así, a continuación en el elemento-conciencia del universo. Tras estos dos elementos viene, entonces, el elemento-movimiento y el elemento-materia. Del mismo modo que estos tres elementos se han fusionado en cada ser vivo y constituyen su composición, sin la cual le sería imposible existir como un ser vivo, estos tres elementos también existen, así, en el universo como su componente, sin cuya composición éste tendría, así mismo, que estar sin vida y, con ello, sin movimiento, sin creación, dicho brevemente, totalmente sin detalles, sin ningún tipo de manifestación. |
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