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| El universo cumple las tres condiciones que se exigen, para que un «algo» pueda aparecer como un ser vivo | 2344. El universo constituye, así, una realidad eterna. La estructura, que hemos visto hacerse valer en conexión con el algo divino, tal como movimiento, fuerza, voluntad, deseo o anhelo, constituye, por consiguiente, algo que es totalmente inseparable, que está conectado de manera totalmente indisoluble. Crea un principio eternamente solidario en todo lo que puede expresarse como vivo. Si sólo faltase una de estas realidades, la vida o experimentación de la vida sería totalmente imposible. Una nada eterna se cerniría donde el universo o cosmos hoy existe como la profusión luminosa de «un Algo vivo», de una Divinidad eterna, como la conciencia, función del pensamiento, manifestación y creación de una Divinidad eterna, como la revelación de amor de una Divinidad eterna. Así, aquí hemos presenciado de nuevo que todo el universo existe como un principio trino eterno, a saber: el yo o el algo divino, su conciencia o facultad de experimentar y conocer, que es lo mismo que su facultad creadora. Y luego viene el resultado de esta facultad, a saber: lo creado, lo producido que, a su vez, se convierte en idéntico a su experimentación de la vida. Y, así, vemos aquí que el universo cumple las tres condiciones que se exigen para que un algo pueda aparecer como un ser vivo. |
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