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Atravesamos la frontera del mundo espiritual  2341. Cuando, por medio del movimiento, se convierte en un hecho que tiene que existir otra zona que la del movimiento, esto también tiene que poderse demostrar. Y esto es totalmente cierto. Esta otra zona está compuesta por lo que llamamos «fuerza». Como es un hecho que el movimiento sólo puede ponerse en marcha en forma de fuerza, ésta se convierte, así, en un hecho. Pero, la fuerza no puede verse ni observarse con los sentidos físicos. Sólo puede conocerse por medio de la reacción que provoca en la materia. Pero, debido a ello, adquiere, así, una naturaleza distinta a la materia. Esta naturaleza distinta no es, de este modo, física. Pero, algo que no es físico y, sin embargo, existe sólo puede formar parte de la realidad que denominamos «espíritu». Mientras la materia aparece en todo el universo como física, la fuerza tras la materia, que la lleva a constituir la diversidad de formas que conocemos como detalles y cosas, tal como planetas, soles, galaxias, plantas, animales y hombres o los organismos de los seres vivos, sólo existirá exclusivamente como un fenómeno psíquico que, como se ha dicho, es lo mismo que «espíritu». Y con éste análisis hemos salido de la dimensión del movimiento y entrado en la dimensión de la fuerza que, por consiguiente, es, a su vez, sinónimo de que hemos salido del mundo físico y hemos entrado en el umbral o frontera del mundo espiritual. Pero, con ello, no hemos llegado a la solución del misterio de la vida.


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