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| Una dimensión que erróneamente se percibe como la zona de existencia física | 2340. Tras esta pequeña visita a la estructura de amor del universo, podemos detenernos nuevamente un poco en la estructura técnica de este universo. Anteriormente ya hemos adquirido una idea de cómo el mundo físico sólo constituye una zona de movimiento y más movimiento. En la zona física jamás ha existido otra cosa, y jamás existirá otra cosa que movimiento. Allí no existe ningún ser vivo, ninguna sustancia, ningún tiempo ni espacio en absoluto. Sólo existe, así, únicamente movimiento. Pero, movimiento sólo puede tener lugar en virtud de algo que es movido. Este algo es lo que, por medio de los sentidos, se conoce como «sustancia» o «materia». Pero este conocimiento no constituye, por lo tanto, un producto físico, sino un producto psíquico o espiritual. En la propia zona física no existe ninguna comprensión en absoluto de lo que experimentamos como la vida, el universo o cosmos y todos los detalles correspondientes. Pero cuando aquí no puede existir ninguna comprensión en absoluto, tampoco existe ningún saber en absoluto, ningún pensamiento en absoluto, ninguna conciencia en absoluto y, con ello, ninguna forma de vida en absoluto. El mundo físico es, así pues, exclusivamente movimiento y, de nuevo, movimiento en su forma pura. Absolutamente todo lo que se encuentra en el universo, además del movimiento, existe en otra dimensión totalmente distinta. Es esta otra dimensión a la que la humanidad erróneamente denomina «el mundo físico» o «la zona de existencia física». Pero, en realidad, esta dimensión no es, de esta manera, ninguna zona de existencia física en absoluto, sino que constituye una zona de existencia o de experimentación espiritual al cien por cien. El movimiento no puede de ninguna manera surgir por sí mismo, y, con ello, se convierte en un hecho inalterable que tiene que existir otra zona que el océano, físico y sin vida, de movimiento. Pero, ¿qué es y dónde está esta zona? |
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