Lee y busca en El Tercer Testamento
| Cómo el buscador de la verdad puede llegar al conocimiento de que la solución del misterio de su propia existencia no se encuentra en la zona física | 2311. Que esta zona no es física se pone de relieve por el hecho de que no es de ninguna manera directamente accesible por los sentidos físicos. En cambio, puede percibirse directamente en virtud de otro conjunto de sentidos. Por medio de los sentidos físicos, sólo pueden percibirse las reacciones que la influencia de dicha zona crea en la materia física. Pero, esta percepción no se experimenta en absoluto en su verdadera naturaleza en la zona física, aunque lo que constituye su base también es materia física. Como se ha dicho, la propia zona de existencia física sólo es un océano de clases muy diversas de movimiento. Es muy importante que esto le quede muy claro al buscador de la verdad evolucionado, ya que, así, rompe el primero de los reductos que cierran el paso a la experimentación de la conciencia de inmortalidad. En el momento en que ve que sólo existe una variedad de formas, estructuras y reacciones de movimientos, configuradas de manera que constituyen, para aquellos de sus sentidos apropiados para ello, sustancia, combinaciones de materia o las denominadas cosas creadas o todo lo que, en resumidas cuentas, puede percibirse con los sentidos físicos, se convierte en un hecho para él que la solución del misterio de su existencia no se encuentra en absoluto en estos fenómenos. Para él es muy fácil constatar que no es idéntico a estos fenómenos, de hecho, incluso su propio organismo es algo con lo que no es idéntico, dado que este organismo sólo constituye una combinación de diversas clases de movimiento. Ante esto, es imposible que no sienta que por sí mismo constituye algo distinto a estas clases de movimiento y que es mucho más que ellas, y que, así, existe mucho más que la zona de existencia física con su mutabilidad, su materia y cosas creadas que en su análisis básico sólo son movimiento. Aquí se le puede confirmar que él mismo es algo que no sólo dirige movimiento y combinaciones de movimientos y experimenta solamente otros movimientos y combinaciones de movimientos, que también han sido generados en virtud de un algo creador que dirige movimiento al igual que su propio organismo físico. Y esta facultad de ver un «algo» creador tras todos los fenómenos creados le da simultáneamente el conocimiento de que también hay un «algo» creador tras todos los movimientos y todas las creaciones de la naturaleza. |
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