Lee y busca en El Tercer Testamento
   Apdo.:  
(1939-2395) 
 
Búsqueda avanzada
   

 

¿Por qué es insensato perseguir y castigar al prójimo?  2293. Por medio de los análisis cósmicos hemos visto que el hombre inacabado es un ser que se está transformando de animal en hombre. Por esto, aparece en parte con disposiciones animales, que dirigen su voluntad donde con ésta no es capaz de mantenerlas a raya, y en parte con disposiciones humanas, que dirigen su voluntad donde estas disposiciones se han vuelto más fuertes que las disposiciones animales. Donde no puede dominar sus disposiciones animales y mantenerlas bajo control, estas disposiciones son, por consiguiente, más fuertes que el ser. Entonces son, como principio, una piedra tan grande que el ser no puede levantar. Hemos visto que este principio es la causa de toda la época de juicio con sus guerras y sufrimientos, sus destinos oscuros o todo lo que forma pare del concepto «el mal». Este mal se debe, por consiguiente, a «las piedras» que los hombres no pueden levantar. ¿Qué es más lógico, entonces, que ser comprensivo y tener una actitud justa ante esto? ¿No se ve, precisamente, aquí lo insensata, ingenua y primitivamente que se comportan los hombres cuando imponen el castigo y la ejecución de hombres, porque hay ciertas piedras mentales que los seres en cuestión no han podido levantar? Los hombres creen sobre sus semejantes que pueden levantar estas o aquellas piedras mentales y los persiguen con ira y resentimiento si, precisamente, no pueden levantar las piedras en cuestión.


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.