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Lo que el hombre tiene que llegar a comprender para poder alcanzar la paz verdadera y convertirse en el hombre a imagen de Dios  2271. Que hoy la humanidad suspire y gima bajo los sufrimientos y dificultades del cataclismo o día de juicio se debe al despliegue divino de estos principios, en virtud del cual los seres adquieren la facultad de experimentar la vida en una futura nueva etapa de manifestación divina de amor, una experiencia de bienaventuranza, una vivencia de bienestar divino, siendo uno con Dios, apareciendo como un brillante y luminoso centro de rayos de la eterna gloria de amor de la Divinidad. Esta existencia divina sería algo totalmente imposible si los hombres no adquiriesen conocimiento de su contraste. A causa de esto, existe la oscuridad en el mundo y es, de este modo, una condición previa, absoluta para que la luz de la vida pueda manifestarse, percibirse y experimentarse. Así vemos aquí cómo los hombres, para tener la verdadera paz permanente, que con tanto anhelo desean y esperan, tienen que llegar a la comprensión total de la estructura del universo aquí revelada. Tienen que llegar a comprender que la creencia de que este o aquel prójimo es el culpable de su destino oscuro es una superstición, ya que ningún semejante puede ser la primera causa del destino de otros seres. Ningún ser en absoluto puede llevar a otros seres a una situación desdichada de la que el estado evolutivo de estos seres no es culpable. Todos, sin excepción, somos la absoluta causa primera de nuestro propio destino. Y nunca podemos llegar a la más alta felicidad y bienaventuranza natural y verdadera de la vida, convertirnos en el hombre a imagen de Dios, mientras no nos veamos a nosotros mismos como idénticos a esta causa, sino que, al contrario, percibamos a toda costa a nuestro prójimo como el origen de nuestro destino. Hasta que los hombres no lleguen a tener este concepto de sí mismos, o sea, el concepto de ser el origen o la causa absolutamente primera de su propio destino, no sirve de nada que crean poder alcanzar la verdadera paz en la Tierra, poder realmente acabar con la guerra y las matanzas, las enfermedades y los sufrimientos, el odio y la enemistad tanto entre las naciones como entre hombre y hombre. Ahora, por consiguiente, después de haber conocido este primer origen y esta primera causa de las desdichas y los sufrimientos, debemos pasar a ver lo que los propios hombres deberán hacer en este paso a través de las esferas de la oscuridad camino de la luz.


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