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Por qué es estúpido no perdonar a su prójimo  2261. Como se puede ver, la causa de toda la oscuridad y toda la tristeza, de los dolores y sufrimientos o de la propia época de juicio o la actual situación mundial no se debe a ningún ser ni seres en absoluto. La causa de cada destino imperfecto, tanto para la humanidad como para el individuo concreto, sólo puede ser el tanto por ciento de naturaleza animal que aún queda en la mentalidad de estos seres, y que todavía no dominan. Lo bueno, lo humano o la verdadera paz, la verdadera cultura y el modo de ser sano sólo pueden, precisamente, surgir en relación con el tanto por ciento de naturaleza humana que los hombres en cuestión pueden dominar con su voluntad y, así, someter su naturaleza animal. Por lo tanto, aquí vemos que no sirve de nada castigar a otros hombres, porque sean de tal o cual manera. El mal que hacen es una consecuencia natural, debida a la naturaleza inacabada o animal que todavía es superior a su incipiente naturaleza humana, y que, por consiguiente, todavía no pueden dominar con su voluntad. Lo que todavía no está sometido a la voluntad de un hombre es como una piedra que no pueden levantar. ¿Puede ser lógico odiar y castigar a un hombre por ello? No vemos, acaso, aquí que Cristo tiene razón al cien por cien donde entre otras cosas dice: «Habéis oído que se dijo: ojo por ojo y diente por diente. Pero yo os digo que no hagáis resistencia al mal; antes si alguno te hiere en la mejilla derecha, preséntale también la otra. Y al que quiera armarte pleito y quitarte la túnica, dale también la capa. Y a quien te forzase a ir una milla, ve dos con él. Dale al que te pide y no esquives al que quiere algún préstamo de ti. Habéis oído que fue dicho: Amarás a tu prójimo y tendrás odio a tu enemigo, pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a quienes os maldicen, haced el bien a quienes os odian y orad por los que os calumnian y persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre, que está en los cielos; porque deja salir su sol sobre malos y buenos y llover sobre justos e injustos. Que si no amáis sino a los que os aman, ¿qué premio habéis de tener? ¿No hacen los publicanos lo mismo? Y si no saludáis a otros que a vuestros hermanos, ¿qué tiene eso de particular? ¿No lo hacen también los paganos? Sed, pues, perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto». Lo de presentar la mejilla izquierda cuando a uno le pegan en la derecha, así como el principio en todas las demás declaraciones de Cristo, significa, en realidad, lo mismo que si alguien dejase sus disposiciones animales desplegarse ante ti, entonces despliega tu naturaleza y modo de ser humano, es decir, comprensión y perdón.


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