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La guerra atómica o el sabotaje de la naturaleza y la vida por los hombres  2233. ¿Dónde está el cristianismo en este despliegue de cultura moderna? ¿Quién va tras las huellas de Jesús? ¿Cómo podrá cumplirse la promesa del evangelio de Navidad de paz y bienestar, cuando se ignoran las informaciones sobre el camino que conduce allí y en lugar de esto se ha hecho directamente del desarrollo de la capacidad para la guerra o el principio mortífero la meta más alta de la vida? ¿No están todos los vencedores de las últimas guerras rodeados de poder armado, cuya capacidad mortífera se extiende miles de kilómetros fuera del territorio que cada uno posee? No son exactamente símbolos especiales de amistad o lealtad los que vemos adornar las naciones o estados. Las disposiciones y fuerzas animales siguen hirviendo y agitándose bajo la superficie mental de los hombres como la lava bajo un volcán. Y cuanto más se equipan los estados con gigantescas armas homicidas y se preparan para un estado de guerra que todo lo destruye, más delgada se va convirtiendo la superficie mental del volcán, para finalmente estallar totalmente. Y donde esto suceda, las llamas infernales de la mortífera lava mental saldrán y se esparcirán y destruirán toda la vida en su camino. Donde antes dominaban los bienes culturales y comenzaban a ser una bendición para pueblos y estados, donde antes existían fábricas y talleres con trabajo y sustento para millones de hombres, donde antes universidades y centros docentes, catedrales e iglesias existían como el marco de miles de hogares con padres amorosos y nuevas generaciones, donde antes miles de niños cada día iban alegres al juego, la escuela y la enseñanza, donde la naturaleza antes resplandecía con todo su poderío, donde antes florecía la vida, los pájaros cantaban y los bienes culturales brotaban como vegetación en eclosión primaveral, tras una explosión mental así, en forma de la guerra atómica o este sabotaje de la naturaleza y la vida por los hombres, sólo existe un desierto sin vida, un terreno sin detalles, un silencio de muerte como una tumba mental sobre una civilización o cultura mundial que murió de falta de Dios.


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