Lee y busca en El Tercer Testamento
| Un incipiente cambio de rumbo en la psique, la actitud religiosa y el modo de ser de los hombres | 2225. Tener remordimientos de conciencia cuando se habían hecho actos sangrientos y victoriosos era, por lo tanto, una incipiente nueva facultad en la psique de los seres en cuestión. Cuanto más se desarrollaba esta facultad, más entraban los seres en conflicto con el modo de ser prescrito por su religión. Comenzaron a sentir antipatía hacia él, ya que no podían seguir creyendo en sus ideales de asesinato. Esta facultad humana se hizo cada vez más fuerte en los seres. Se volvieron cada vez más sensibles. No «tenían corazón» para ser tan drásticos como prescribía su religión. Estos hombres fueron teniendo cada vez más madurez para una religión que tenía, precisamente, los ideales que prohibían el asesinato, la brutalidad, el odio y la venganza, y que alababa lo contrario. Y, por lo que respecta a occidente, «el cristianismo» era una religión así. Aquí todos los hombres que habían abandonado la vieja religión podían encontrar aprobación. Aquí el ideal se convirtió en: perdón y, de nuevo, perdón de los enemigos. Aquí se aprendió que tanto la guerra como la opresión de otros hombres era el mal. Aquí se aprendió que había que amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo, y que nadie tiene mayor amor que el que expone su vida para salvar a otros de la muerte, la desdicha y el sufrimiento. Aquí vemos, por consiguiente, un incipiente cambio de rumbo en la psique y actitud religiosa de los hombres y, con ello, en su modo de ser. |
Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.
Síntesis