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| La cultura mundial sólo puede cambiarse por medio de evolución y no por medio de ninguna dictadura u orden despótica | 2223. Con respecto a los métodos de castigo mencionados, tenemos también que disculpar a las autoridades o gobiernos en cuestión. No pueden actuar según el conocimiento o la ciencia, que no tienen, sobre el campo psíquico o cósmico de los seres. Como toda la naturaleza animal del hombre es amor a sí mismo o egoísmo culminante y, por consiguiente, en gran medida persigue a otros seres hasta el peligro de muerte, esto tuvo, naturalmente, que llevar a que los hombres tuvieran que buscar protección contra las naturalezas o disposiciones animales todavía prominentes en los hombres. Como estas naturalezas o disposiciones egoístas y mortíferas son las mismas que las que dominan a los animales salvajes, es, naturalmente, igual de necesario protegerse contra estas naturalezas cuando se despliegan en el modo de ser de los hombres, que cuando se despliegan a través del modo de ser del animal. Y, naturalmente, se tuvieron que usar métodos que estaban dentro del propio conocimiento y capacidad. Y aquí sólo existía, por consiguiente, el principio de las represalias, cuyo desencadenamiento por medio de gobiernos, autoridades y administración de justicia sólo es una ramificación de la naturaleza bárbara de odio o vengativa del pasado. Esta naturaleza vengativa es fomentada en la psique del ser por el totalmente dominante instinto animal y una débil incipiente inteligencia. Estos instintos de defensa eran los únicos que aquí el hombre anímicamente poseía. Y son exactamente los mismos instintos, con un creciente campo de la inteligencia y un incipiente efecto humano sobre los sentimientos de los seres, los que dictan la cultura mundial de hoy. El instinto y principio de poder animales, estimulados por una inteligencia ampliada, es, así pues, lo que principalmente impera tras todos los gobiernos, autoridades y administración de justicia de dicha cultura mundial. Todos se protegen con el castigo y, en ciertos casos con ejecuciones, ya sea en relación con los propios habitantes de la nación o bien en guerra con otras naciones y pueblos. Y hoy es necesario que esto sea así, pero en la futura cultura mundial uno también se protegerá contra las peligrosas naturalezas animales de los hombres, pero no se castigará, vengará ni ajusticiará en absoluto. Se comprenderá que tales manifestaciones no son en absoluto cultura, sino barbarie y primitivismo paganos, del mismo modo que se estará totalmente de acuerdo en que ningún poder ni ninguna dictadura puede cambiar el estadio evolutivo de un ser y la estructura mental a la que éste da lugar. Sólo y únicamente la evolución puede cambiar la estructura anímica de un ser de lo primitivo y brutal a lo intelectual y humano. Posteriormente volveremos de nuevo al método de protección humano que, poco a poco, se irá imponiendo en la futura cultura mundial, en la cual no se conoce el castigo, la tortura ni la ejecución. |
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