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Por qué a ningún hombre se le puede recriminar la cultura mundial moderna con sus guerras y otras manifestaciones oscuras  2217. La causa de que la cultura mundial se socave, de este modo, a sí misma se debe a una estructura de conciencia que principalmente es sostenida por el instinto de conservación animal o dominio que ejercen los instintos sobre la incipiente facultad de la inteligencia de los seres. El estadio moral de esta cultura mundial moderna, con sus guerras y otras manifestaciones oscuras en su culminación, no se le puede recriminar a ningún hombre. Es una expresión totalmente evidente y natural del especial estándar evolutivo en que los seres se encuentran actualmente. Este estándar no puede de ninguna manera ser cambiado por ningún hombre, ni por medio de política ni por una dictadura, dado que no tiene su raíz en la parte de la estructura orgánica, psíquica, humana que está determinada por la voluntad, sino, al contrario, en la parte de esta misma estructura de la cual la voluntad es un producto. La voluntad puede ser forzada por una dictadura exterior con tortura, castigos y amenazas, pero la estructura anímica interior sigue siendo la misma y, donde haya posibilidad para ello, desafiará a tal o cual poder extraño y se librará de su coacción o dictadura. Al igual que con el animal, la estructura anímica o estadio o naturaleza moral del hombre no puede cambiarse con coacción ni con dictadura. Un león, un tigre u otro animal salvaje puede ser forzado con palo y palizas a realizar determinados actos que para él son totalmente antinaturales. A esta influencia sobre el animal es a lo que llamamos «amaestramiento». Esta influencia no cambia la estructura anímica del animal.


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