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| La oscuridad vista desde la zona de vida cósmica | 2213. Por medio del despliegue de la facultad de la inteligencia en la estructura orgánica del ser, antes de que se liberara del instinto de conservación animal y, con ello, de los instintos del egoísmo o propio interés, esta facultad se convirtió, naturalmente, en un instrumento de este egoísmo o propio interés. Y la experimentación de la vida y manifestación del ser, dirigida por estos instintos, tuvo, necesariamente, que convertirse en la experiencia de oscuridad que conocemos tanto como guerras y guerras mundiales que como enemistad, envidia profesional, envidia y celos entre hombre y hombre. Lo contrario al amor al prójimo podía, así, manifestarse. En caso contrario, esta manifestación habría sido imposible. ¿Qué podría poner de relieve el amor al prójimo sin su contrario? Sin experimentar la oscuridad, la facultad de experimentar la luz no podría, de este modo, de ninguna manera renovarse. La gran época de oscuridad, el cataclismo que necesariamente tenía que ser el resultado de la psique inacabada de los hombres es, de este modo, vista desde la gran zona de vida cósmica o el mundo divino una bendición divina, una necesidad condicionante de vida, dado que es el único camino que tiene el ser para convertirse en «uno con Dios» o en «el hombre a imagen y semejanza de Dios» |
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