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| Por qué es necesario «el disfrute del árbol de la ciencia» | 2211. El disfrute del árbol de la ciencia es, así, como se desprende de lo anterior, una necesidad absolutamente imprescindible para que el ser pueda estar en condiciones de experimentar la más alta luz, es decir: el máximo conocimiento de la existencia de Dios, del amor como el tono básico del universo, la inmortalidad o existencia eterna del ser y la consiguiente facultad eterna de experimentar la vida, además de la solución del misterio de la vida como experimentado por uno mismo en la propia conciencia diurna en la zona física. Pero, ¿cómo podría ponerse esta luz, la más grande de la vida, de relieve si no existiera nada por medio de lo cual pudiera ponerse de relieve? No se puede poner de relieve la luz por medio de luz. Sólo puede ponerse de relieve por medio de un contrario, es decir, por medio de la oscuridad. La oscuridad es, así, lo contrario a la luz, sin la cual la luz no podría de ninguna manera ponerse de relieve. El cataclismo o día de juicio, el dominio de la guerra y la muerte, que anteriormente hemos citado, constituye, de este modo, una oscuridad por medio de la cual la mayor experiencia de luz de la vida puede ponerse de relieve y, con ello, ser accesible a la percepción. Sin esta oscuridad no se podría en absoluto experimentar la vida. El algo divino o los yos de los seres vivos existirían, ciertamente, pero jamás llegarían a experimentar o saber nada en absoluto sobre su existencia. Una muerte total dominaría, de este modo, donde hoy la radiante manifestación del universo o cosmos brilla en el interior de la estructura orgánica de todos los yos y existe aquí como su experiencia eterna de la vida en la profusión luminosa de la Divinidad. |
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