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El instinto como fundamento para que el animal mantenga su existencia  2195. Como es muy importante dejar confirmado que lo que determina la capacidad de la intuición es, de manera absoluta, el sentido humanitario, es necesario que nos extendamos un poco sobre los climas de pensamientos primitivos mencionados. Estos climas de pensamientos constituyen, sin duda, una cierta forma de pensamiento, pero este pensamiento no es una búsqueda de la verdad o realidad. No se basa en un hambre o apetito de la solución del misterio de la vida. No se basa en ser una alegría y bendición para otros seres. Sólo se basa en intereses totalmente egoístas. Pero los intereses puramente egoístas o interesados forman parte del instinto de conservación animal, siendo, en realidad, el instinto la base de su conciencia. Este gran instinto orgánico constituye el fundamento total de la facultad del animal de mantener su existencia, obtener su alimento y estimular su instinto de apareamiento. Para estimular su existencia no necesita antes ir a la escuela, estudiar o trabajar como aprendiz. No tiene, de este modo, ninguna molestia causada por especulaciones. En virtud del instinto es llevado, no de manera consciente o dirigida por la inteligencia, sino instintiva, a vivir su vida en contacto con las condiciones que se requieren para que su especial forma normal de experimentar la vida y la alegría de existir puedan estimularse. Su mentalidad sólo constituye, por lo tanto un mundo de pensamiento muy pequeño.


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