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Todas las enfermedades existentes son, según su análisis cósmico, cortocircuitos eléctricos, mesocósmicos  2153. Como hemos visto, nuestro organismo físico es, por lo tanto, un instrumento muy genial, construido de una manera tan excelente y perfecta que en estructura y técnica no es superado por ningún instrumento material, físico creado por hombres. El organismo es nada menos que una fábrica totalmente automática equipada con aparatos no sólo para la técnica, la química y el automatismo, sino también en sumo grado para instalaciones eléctricas, un grado que eclipsa en mucho las que actualmente se conocen en el ámbito de este campo, aún tomando en consideración los sistemas electrónicos y parecidos más nuevos y modernos. La función de todo el organismo es realizada, como ya hemos dicho, exclusivamente por medio de electricidad mesocósmica. Mediante el uso de esta fuerza motriz, tanto con y sin red de distribución, se domina toda la función y mantenimiento del organismo. Y en el organismo no hay nada que no sea un órgano, un instrumento o un aparato para alguna función automática o dirigida por la voluntad. Este órgano forma, conjuntamente con los demás órganos o aparatos, la planta o instrumento eléctrico, técnico, químico, mesocósmico total que el organismo físico del ser vivo es en sí mismo. Por medio de este genial instrumento su origen puede influir y manifestarse en el entorno físico, del mismo modo que a través de este instrumento total puede percibir las reacciones y manifestaciones del entorno. Como el organismo físico es, de este modo, visible como un instrumento, como un conjunto de aparatos, de hecho, es directamente visible como una planta industrial perfecta, que funciona por medio de una fuerza eléctrica especial, en el mismo grado en que el investigador evolucionado comprende esto, se convierte en un hecho para él que el ser vivo no es idéntico a su organismo físico. Su nacimiento y destrucción no son, por consiguiente, el nacimiento y destrucción del ser. Pero como, desde un determinado punto de vista, el organismo es simplemente un instrumento, una planta consistente en aparatos para manejar la materia física, es evidente que este manejo de la materia física, que en sí es lo mismo que la forma física de vida, depende de esta planta de aparatos u organismo físico. Pero esto es, en realidad, un principio universal que, como hemos visto aquí, es igual de válido para instrumentos o aparatos construidos de materias vivas como para instrumentos o aparatos construidos de materias muertas. Si el eventual instrumento o aparato de un hombre para una manifestación física, por ejemplo un avión, sufre daños o se rompe, este hombre ya no puede seguir manifestando vuelo con esta máquina. Si en una lámpara eléctrica se produce un cortocircuito, esta lámpara no puede alumbrar. Si en un motor eléctrico se produce un cortocircuito tampoco puede usarse. En todos los aparatos e instrumentos, en los que la electricidad es la fuerza motriz, pueden producirse cortocircuitos. Y los aparatos en cuestión sólo pueden funcionar cuando se han hecho de nuevo utilizables.
      Como el organismo físico del ser vivo es, tal como hemos dicho, una planta eléctrica, también puede, naturalmente, sufrir cortocircuitos. Como este organismo es una combinación de muchos aparatos diferentes (órganos), cada uno de los cuales es impulsado por fuerza eléctrica, cada uno de ellos puede, naturalmente, sufrir cortocircuitos, sin que en los otros aparatos se produzcan cortocircuitos. De este modo, en el organismo pueden producirse cortocircuitos locales. Esto, en el mejor de los casos, no significa la detención de todas las funciones del organismo. Los hombres no conocen cortocircuitos locales así. Sólo conocen sus efectos. Estos efectos constituyen todo lo que forma parte del concepto «enfermedades». Según su análisis más profundo, todas las enfermedades son, como aquí veremos, cortocircuitos eléctricos, mesocósmicos, independientemente de cómo se muestren en la superficie accesible para los sentidos físicos e indiferentemente de los nombres que aquí se les ha dado.


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