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Una fuerza invisible como lo primario o esencial del organismo del ser vivo  2150. Sin espíritu o fuerza psíquica ninguna sustancia física podría moverse o estar viva. Cuando este espíritu o fuerza psíquica abandona totalmente un organismo vivo, físico, este organismo se convierte en un «cadáver». Y decimos del ser en cuestión que está «muerto». Pero el propio organismo, con todos sus órganos internos y externos sigue existiendo. Sin embargo, falta algo. Lo que falta es lo que antes, como una fuerza invisible, ocupaba el organismo y hacia que se moviese y funcionase según su influencia o estímulo, y con lo cual estaba vivo. Sin esta fuerza interior el organismo se convertía en un cadáver, que luego permanecía quieto, como basura desechada camino de la putrefacción o descomposición. Como el organismo, sin esta fuerza invisible que antes lo impregnaba, es, de este modo, basura desechada, nunca puede haber sido otra cosa que algo secundario en el ser vivo, que antes se manifestaba a través de él. La fuerza invisible, que antes lo ocupaba y mantenía vivo, y sin la cual se convirtió en un cadáver, se experimenta aquí claramente como lo primario o esencial de este ser. Esto se pone todavía más de relieve por el hecho de que esta fuerza psíquica forma, a su vez, la estructura psíquica o espiritual coherente que conocemos como conciencia, pensamientos, voluntad, talentos, sentimientos, conocimiento y todos los otros fenómenos mentales. La conciencia del ser forma, por consiguiente, una estructura psíquica o espiritual, del mismo modo que su organismo físico forma una estructura física.


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