Lee y busca en El Tercer Testamento
| La estrella de la esperanza o la conciencia de inmortalidad | 2146. Como pensamiento sólo puede existir como una cualidad del ser vivo, aquí vemos, en virtud de la lógica, el plan o la racionalidad que hay en la naturaleza, tanto alrededor de los seres vivos como en el interior de sus organismos, que todo está vivo, trabaja y cumple el objetivo eterno de ser una vida eterna. Mientras uno no enfoque su conciencia e investigación hacia esta verdad inconmovible de la existencia, la vida tiene que seguir siendo un misterio. Y donde la vida es un misterio, la muerte sólo podrá, en mayor o menor grado, concebirse como un cese total de la existencia del ser vivo al otro lado de la oscuridad de la tumba. En este terreno de la ignorancia florece el culto a la muerte. Es la Jauja de la superstición y las ilusiones. Pero, afortunadamente, lo que no es verdad no puede llegar ni a la parte superior ni a la parte inferior, no puede alcanzar el exterior ni el interior del ser vivo. Más allá de todas las oscuras superficies y capas profundas, conscientes de su mentalidad, vibra la verdad eterna como una pequeña estrella de esperanza. Sólo dejará de brillar cuando su luz se haya hecho una con la poderosa llama de la vida eterna, y ésta se haya convertido, como inmortalidad y amor, en un hecho y una realidad en la conciencia física, diurna, despierta del ser. |
Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.
Síntesis