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| Toda materia está impregnada de vida y, por consiguiente, está viva | 2141. Ningún ser vivo puede mantener su existencia física sin ayuda de la materia o sustancia. Pero, ¿qué es la sustancia? Toda sustancia es el medio de expresión más noble de la vida. Este estado de la sustancia se mantiene en virtud de que toda materia o sustancia está impregnada de espíritu. Pero no está impregnada de espíritu o fuerza en el mismo grado. Donde el espíritu sólo impregna la materia en un grado muy bajo, por ejemplo en la materia mineral, allí muestra un grado de movimiento o vibración tan pequeño que, prácticamente, es percibida como sin vida. Vemos que el granito, los diamantes y otras sustancias duras son aparentemente inalterables durante miles y miles de años. Pero ninguna sustancia es eterna. Por lo tanto, estas sustancias, al igual que las demás sustancias menos pesadas, tienen finalmente que descomponerse y pasar a nuevas formas y relaciones en el ciclo de espiral. La manifestación física del universo es, de este modo, un océano de sustancia en movimiento, en transformación o cambio. Como esta transformación o cambio tiene lugar según un plan lógico y hace que surjan detalles de utilidad o resultados terminados, que son condicionantes de vida para seres vivos, la transformación de la materia o la sustancia hay que expresarla como «creación lógica». Pero una creación sólo puede tener lugar en forma de descomposición y construcción de sustancia. Por esto, también vemos que todo el movimiento del inmenso océano de sustancia del universo muestra construcción y descomposición. A estas construcciones de sustancia las conocemos como los detalles del universo: galaxias, sistemas solares, planetas o cuerpos celestes, continentes y mares, además de organismos de hombres, animales y plantas, etc. Para todos estos detalles está en vigor que se encuentran en transformación. Algunos están en construcción, otros en descomposición. El investigador con una evolución avanzada ve por todas partes que estas construcciones y destrucciones, como ya hemos indicado, cumplen objetivos lógicos o útiles. El cumplimiento de estos objetivos muestra, así mismo, en su análisis más profundo que es para alegría y bendición de seres vivos. Todo el movimiento de este inmenso océano de sustancia, sus procesos de transformación y cambio se deben, así, a una fuerza que impregna la sustancia. Cuanto más impregna esta fuerza la materia, más revela ésta el estado que denominamos «vida», del mismo modo que se considera gradualmente como «sin vida» cuanto menos impregnada se encuentre de esta fuerza. Pero, totalmente sin espíritu no existe ninguna sustancia física. Toda sustancia está, por consiguiente, viva. |
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