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| Lo que «el revelador de la verdad, el espíritu santo» le dará a la humanidad | 2138. Esta manera, a la que ya hemos aludido, de ver el organismo del ser vivo como un universo habitado, en el cual el propio ser vivo es la divinidad o providencia, todavía está, como ya hemos dicho, muy lejos de los dominios del pensamiento del hombre terreno común. En esta zona microcósmica los hombres terrenos caminan casi totalmente a ciegas. Aquí no han recibido ningún conocimiento especial ni por medio de las religiones ni de la redención del mundo, dado que, hasta ahora, éstas no han tenido la tarea o misión de revelar el universo microcósmico. Pero ahora es el momento de que la redención del mundo aquí también impulse el espíritu de Dios y les dé a los hombres el cumplimiento de la promesa sobre «el revelador de la verdad, el espíritu santo», que es lo mismo que ciencia cósmica, y que se anunció que tenía que darle a la humanidad la información que anteriormente no tenía la madurez suficiente para poder recibir. Por medio de los análisis cósmicos del universo o ciencia cósmica, la mentalidad o psique de la humanidad puede comenzar ahora a ser introducida en la zona psíquica o anímica del universo microcósmico. Y por medio de la evolución resultante, cada hombre concreto se experimentará, gradualmente, a sí mismo en la zona de la profusión luminosa de Dios en la que él mismo es una providencia o una divinidad de un universo y, de este modo, también se mostrará aquí como el hombre perfecto a imagen y semejanza de Dios. |
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