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| La sabiduría de la redención del mundo antes y ahora | 2132. Que el camino para salir de este cataclismo es el cumplimiento del quinto mandamiento, no matar, es aquí también, por supuesto, natural. Y donde el ser no mata, da vida. Y donde da vida, la vida tiene que florecer. Ahora los hombres ya han empezado a anhelar este florecimiento de la vida y a tener madurez para él, por esto, la ayuda principal de la redención del mundo tiene que manifestarse hoy no en forma de predicación de dogmas, sino en forma de ciencia sobre las zonas cósmicas de la vida. Con la inteligencia o intelectualismo, que ha puesto a los hombres en condiciones de multiplicar el principio mortífero, se han expuesto ellos mismos a la consiguiente y correspondiente multiplicación de los efectos de la transgresión en forma del horror y las atrocidades mortíferas de la guerra. Pero estos efectos desencadenarán, a su vez, una creciente madurez del principio de la paz y el amor y, así, los pondrá en condiciones de poder percibir y comprender la antedicha ciencia cósmica, que da prueba de la influencia tanto del principio del odio o mortífero como del amor sobre el organismo de quien los manifiesta. Esta ciencia cósmica es la que ahora le va a ser dada en muy alto grado a la humanidad. Como hemos dicho, la ayuda, que Dios le ha dado anteriormente a la humanidad por medio de sus grandes mensajeros al mundo, sólo ha estado orientada a hacer que los hombres amasen a los hombres. No ha subrayado suficientemente que los hombres también tenían que amar a los animales, porque su facultad de comprensión en este ámbito ha sido muy inmadura. Así mismo, hay un ámbito muy grande en el que los hombres todavía son muy inmaduros. A decir verdad, muchos hombres son, en realidad, totalmente inmunes al hecho de reconocer que este ámbito consta de miríadas de seres animales individuales, con conciencia diurna despierta, que piensan. Este ámbito es, como ya hemos dicho, su propio universo microcósmico, que en el mesocosmos existe como su organismo físico. Los hombres aún no conocen la vida consciente o anímica de este ámbito cósmico. Aquí todavía son analfabetos. |
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