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(1939-2395) 
 
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Si el amor no fuera la más elevada base de la vida  2118. La voz divina paterna explicó con más detalle la sabiduría suprema: «Por el momento, quizá pienses que, cuando un hombre puede perder la vida salvando a otros del sufrimiento y la destrucción, la ley de la vida tiene algo de imperfecto. Por esto, mi querido hijo, todavía quiero iniciarte una vez más en cómo esta acción, que, precisamente, expresa el amor más elevado o más grande, que, de hecho, es el cumplimiento de la propia ley de la vida, puede dar lugar a un efecto tan drástico con respecto al destino. Debes recordar lo que anteriormente has experimentado sobre el hecho de que no es la ley de la vida lo que es imperfecto, esta ley pide, claro está, que todos amen a todos. En las situaciones dadas, lo que es imperfecto, está inacabado o poco desarrollado son, al contrario, los reinos de existencia. Sabes que los seres sólo pueden alcanzar la perfección a través de un largo crecimiento o evolución del primitivismo al alto intelectualismo que, a su vez, es lo mismo que conciencia cósmica alcanzada con «el gran nacimiento», que tú acabas de experimentar. Aquí el objetivo es, precisamente, el desarrollo del amor, en virtud del cual uno prefiere sufrir en vez de que otros sufran. En las más altas zonas, donde todos aman a todos, de modo que cada uno es mi imagen perfecta en los tres cosmos, es decir, tanto en el microcosmos y macrocosmos como en el mesocosmos, no puede existir ningún peligro mortal. Aquí no hay que salvar a nadie de la desgracia o destrucción. Aquí nadie puede arriesgar su vida para salvar a otros. Aquí existe el amor como una disposición natural que se manifiesta en el hecho de que absolutamente todos sirven a todos, todos crean placer y alegría para todos con un despliegue de amor que sólo les puede dar a todos la más alta inspiración y los mayores deseos de vivir. Quienes han llegado a esta zona no pueden, como ya hemos dicho, sufrir ningún peligro mortal, ninguna desgracia ni ningún sufrimiento. Pero este estado, un panorama de la vida tan elevado como el que se despliega aquí y hacia el que conmigo te diriges, sería totalmente imposible si la ley de la vida no requiriese la culminación del amor como la suprema base de la vida.»


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