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| Junto a la puerta del reino de los cielos o dominio de Dios | 2080. Este mesocosmos está limitado por el microcosmos y macrocosmos en forma de sol y estrellas, junto con los que constituye el universo físico exterior o imagen del universo. Esta imagen material del universo constituye el lado físico exterior de la revelación del propio dominio de Dios. Aquí, ante nosotros, tenemos la puerta del «reino de los cielos». Todo lo que antes veíamos como naturaleza, formas y cosas, y creíamos que eran el juego de fuerzas casuales, vibra ahora en nuestros sentidos, con conciencia diurna consciente, como la voz, las palabras y el habla de Dios. Ahora hablamos con Dios como antes hablábamos con nuestro prójimo. Las fuerzas, formas y cosas materiales muertas se han convertido en el propio «lenguaje» de Dios, por medio del cual Dios nos revela la realidad primaria, invisible que constituye la gigantesca, luminosa aventura de la vida, donde Dios y el hijo de Dios se han hecho uno y culminan en bienaventuranza como el fundamental núcleo de luz de la vida que se convierte en el universo con su gigantesca profusión de amor, sabiduría y alegría. |
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