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| Los seres del atrio crean a la Divinidad y, con ello, la solución o gran verdad del misterio de la vida a su propia imagen | 2057. Estos seres sólo pueden revestir esta sensación instintiva e innata de una forma exterior material, de acuerdo con el escaso material mental que constituye su transitorio universo de ideas primitivas fruto de su imaginación. Crean una providencia y unos dioses según su modo de ver ideal. A esta providencia y a estos dioses se les atribuye una mentalidad humana común. Las mismas debilidades, las mismas tendencias a la guerra y la lucha, que los hombres tienen a este nivel primitivo, también se les atribuye a los poderes superiores o dioses. Se opina también que tienen que luchar contra poderes malvados, contra enemigos y perseguidores. De aquí proviene el concepto diablo o diablos. De hecho, este primer incipiente instinto religioso de los hombres sigue, incluso, actuando en el cristianismo del siglo XX. Este cristianismo también se basa en la lucha de la Divinidad contra el diablo o Satanás, que quiere robar todos los hombres «creados» por Dios y llevarlos a la perdición o infierno. A través de las religiones basadas en la fe vemos, así, cómo los hombres crean la Divinidad a su propia imagen. Y, de este modo, también crean la gran verdad o solución del misterio de la vida a su propia imagen. |
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