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| Los analfabetos cósmicos y los demás seres del atrio del templo de la vida | 2056. Así, aquí comprendemos que a los analfabetos cósmicos les es imposible entrar en el santo y en el santo de los santos del templo de la vida. Tienen que quedarse en el atrio del templo de la vida. Este atrio no es únicamente la vivienda para los analfabetos cósmicos u hombres que sólo pueden experimentar el mundo material, y cuya filosofía de la vida es exclusivamente frío materialismo con las casualidades como la causa de todo y todos. Aquí también están los animales y las plantas. Las plantas pueden compararse con los fetos no nacidos en el vientre de la madre, mientras los animales se pueden, al contrario, comparar con los bebés recién nacidos. Al comienzo del estadio humano, el ser ha llegado a la etapa de aprendizaje cósmico que, simultáneamente, es una especie de adolescencia. Aquí comienza la ampliación de la facultad de pensamiento del ser, sus incipientes ideas de cosas que se encuentran fuera del propio instinto material de conservación. Comienza a imaginarse cosas sobre poderes superiores, seres o dioses tras los elementos y demás fenómenos de la naturaleza. Tiene de manera instintiva la sensación de que tras los procesos de la naturaleza existe «algo que dirige» y «gobierna», y que dichos procesos son una manifestación de este algo. El hombre en el estadio de hombre primitivo no duda jamás de la existencia de poderes superiores dirigentes de este tipo tras el desencadenamiento de lo que denominamos «el mal» y «el bien». |
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