Lee y busca en El Tercer Testamento
| El universo constituye un «libro de la vida» que también aparece con una realidad secundaria y una realidad primaria o esencial | 2052. Todo el universo o cosmos es, en realidad, un gran libro. Como todo el universo constituye la vida, se convierte, de este modo, por sí mismo en «el libro de la vida». Este libro que todo lo abarca también tiene dos formas de realidad, a saber, su apariencia y estructura física visible y su contenido invisible. Y como lo materialmente visible, es decir, todos los detalles físicos del universo, planetas, soles y galaxias, además de los organismos de los seres vivos, hombres, animales, plantas y minerales, etc., sólo son, así mismo, fenómenos por medio de los cuales algo invisible se revela o manifiesta, este mundo visible se convierte así, en principio, en lo mismo que el texto del libro. Lo materialmente visible sólo existe, de este modo, para que lo invisible pueda manifestar y revelar sus intenciones, planes y voluntad o su existencia total por medio de él. De este modo, todos los detalles físicos del universo exterior sólo aparecen como lo secundario, mientras lo invisible, que se revela a través de lo visible, se convierte en lo primario o esencial de la existencia. Este libro en forma de todo el universo tiene, así pues, como cualquier libro común, una realidad material, visible y una realidad invisible. El texto del libro, la forma de sus letras, su tinta y papel es la realidad visible. Del mismo modo que para tener acceso al contenido o la narración mental invisible de un libro hay que aprender a leer el texto del libro, para poder leer en el universo eterno o el libro absoluto de la vida también hay que aprender a leer el texto de este libro divino. |
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