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| La oración es un principio eterno en el ser vivo y no ha sido inventado por hombres | 2017. El principio de la oración no es, por consiguiente, nada que haya sido inventado por hombres. Este principio es en sí mismo, como hemos demostrado, una función orgánica innata. Se activará en cualquier peligro de muerte o angustia de muerte en que se encuentren los hombres, independientemente de que estos hombres acostumbren a rechazar la creencia en un dios o una providencia, independientemente de lo mucho que aleguen que toda concepción religiosa o cualquier idea sobre una divinidad es disparate, superstición e ingenuidad. La más íntima relación o conexión del ser vivo con la Divinidad no es un mero acto de voluntad. Es un principio eterno, sostenido por una función orgánica igual de eterna, independientemente de que el ser vivo en cuestión tenga conciencia diurna despierta o no de ello. |
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Síntesis