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| «Falsos profetas» | 2009. Lo más importante del verdadero camino hacia la iniciación o perfección es, de este modo, el amor al prójimo. No hay ningún otro camino en absoluto. Pero este camino, con su gran simpatía y consideración hacia el prójimo, no es siempre apreciado por los hombres que buscan. Prefieren creer en un camino que está en contacto con el cultivo de la satisfacción de sus deseos egoístas. Que el desarrollo del amor al prójimo no es lo primordial, en el concepto que muchos de los que buscan tienen del camino hacia la luz, es algo que se presencia cuando se ve que las obras de muchos de los escritores más leídos a veces pueden mostrar directamente desprecio por el mandamiento del amor al prójimo en forma de expresiones despectivas sobre este principio que es «el cumplimiento de todas las leyes». Es cierto, que según la opinión de estos reformadores descarados, que se han nombrado a sí mismos, hay otras cosas que son lo único necesario para que el mundo llegue a vivir en paz. Pero hay que perdonar a estas personas. No están en absoluto en condiciones de ver lo condenada al fracaso que está su opinión con respecto a la creación de una paz o cultura humana verdadera. La falta de experiencias, su opinión en este ámbito revela claramente que no son dueños de la situación. Esta deficiencia sólo puede ser abolida por su evolución posterior. Es necesario sostener este punto de vista sobre estos reformadores desviados del amor al prójimo, porque frecuentemente pueden tener grandes facultades para sugestionar a la gente a creer en sus ideas y opiniones desviadas. Todo aquel que busca mostrarles a los hombres otro camino hacia la paz y la perfección que el camino del amor absoluto al prójimo forma parte de «los falsos profetas», contra los que Cristo advirtió a la humanidad. |
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