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| Lo que es y lo que no es el camino a la iniciación | 2007. La transformación del ser en el hombre perfecto a imagen de Dios no es una orden ni una condecoración, una medalla que uno repentinamente como un favor puede recibir y, así, ser proclamado caballero de tal o cual alta nobleza. Nuestro camino hacia la iniciación no es una gracia que la simpatía o protección de otros seres le atribuyen a uno, del mismo modo que tampoco es un truco de magia o algún juego de manos que uno puede hacer suyo incorporándose a alguna escuela o círculo misterioso, mágico u oculto. Aquí estará bien recordar que hay un solo camino al gran nacimiento, y este camino es exclusivamente el crecimiento del alma alejándose del principio animal, mortífero: que cada cual piense en sí mismo, al principio del amor al prójimo: que cada cual piense en su prójimo. Esto es la consumación de la comprensión total de la más alta misión y el más elevado significado de la propia vida, a saber: que uno no ha venido al mundo para dejarse servir, sino para servir, y que esta comprensión se tiene que poner en práctica como un modo de ser absolutamente total. Todo lo que revela egoísmo es un camino falso a la iniciación y, tarde o temprano y de una manera más o menos desagradable, se le revelará a quien muestra este egoísmo como el guardián del umbral. |
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