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| No existe en absoluto ningún atajo al «gran nacimiento» | 2006. No entraremos aquí en todas las experiencias desagradables y desviaciones, posesiones por espíritus, confusiones de conceptos y colapsos nerviosos que, inevitablemente, crean la retaguardia y el ambiente general en estos intentos de crear atajos a la perfección o iniciación orgánica, a experimentar el último sentido de la vida con el ser: el hombre perfecto a imagen de Dios. Pero nuestra tarea es subrayar que el camino hacia el hombre perfecto, el camino hacia el gran nacimiento no tiene ningún atajo en absoluto. Si existiese uno así, sería muy poco natural que este camino no fuera para todos los hombres. ¿Por qué tendrían algunos seres que tener un camino más largo a la perfección, cumplir condiciones más difíciles que otros para llegar al mismo resultado acabado? En todos los otros aspectos del orden de la naturaleza no hay ningún caso con una falta de sentido o con una insensatez así. Aquí todos los movimientos existentes son parte de un objetivo lógico, es decir, absolutamente útil. Aquí no vemos ningún caso de que, por ejemplo, haya un atajo para llegar a ser adulto. Un niño de diez años no puede llegar a los veinte años sin pasar por los diez años restantes. No se pueden tener veinte años habiendo solamente vivido diez, diecisiete o diecinueve. |
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