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| La incapacidad cósmica de la ciencia materialista o la muerte que es una consecuencia del disfrute del árbol de la ciencia | 1998. La electricidad forma parte de todos los enigmas físicos con los que tropiezan muchas ramas de la investigación científica materialista, y que no pueden resolver, porque la solución no es en absoluto física, sino, al contrario, en muy alto grado psíquica. Todos los fenómenos del universo son dirigidos, sin ninguna excepción, por fuerzas psíquicas y siempre están necesariamente conectados con ellas. Pero como las fuerzas psíquicas no constituyen sustancias materiales muertas, sino que son fuerzas de pensamiento o de conciencia, no pueden, con excepción de las macrocósmicas, que en parte pueden percibirse con sentidos físicos, percibirse con estos sentidos, del mismo modo que tampoco pueden pesarse y medirse de una manera puramente física. Y como esta facultad de pesar y medir es, en realidad, lo primario o esencial en la facultad de investigación de la ciencia material, todo lo que se encuentra fuera del enfoque de los sentidos o método de investigación de esta ciencia tendrá dificultades para ser reconocido por dicha ciencia. Y explicar materias y fuerzas materiales como algo que no tiene vida es lo mismo que explicar las gigantescas fuerzas y masas de materia del universo como fenómenos muertos. Así, se enseña que la muerte es, en vez que la vida, la solución de los enigmas del universo. Pero esto era lo que tenía que ser el resultado del disfrute del árbol de la ciencia. La incapacidad de la ciencia materialista en el ámbito psíquico es lo mismo que falta de conciencia cósmica o falta de vida. |
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