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| El rey de todo el mundo y la dignidad de rey que da acceso al «santo de los santos» | 1996. Pero ser rey del pueblo más avanzado espiritualmente tenía que ser la mayor dignidad real en la Tierra que uno puede imaginarse. Que sobre Cristo, en la cruz, hubiera la inscripción «rey de los judíos» significa lo mismo que «rey de todo el mundo». Pero «rey de todo el mundo», el poder sobre todo el mundo es lo mismo que el poder de Dios. No es extraño que Cristo pudiera decir: «Yo y el padre somos uno». Era uno con el poder sobre todo el mundo. Esta es la dignidad real que hoy existe en el mundo, pero no está revestida de púrpura ni de oro. No se adquiere por parentesco. No nace en palacios, sino en «establos» y duerme su sueño de bebé en «pesebres». Vive con los animales, crece de animal a hombre terreno, sigue creciendo al hombre a imagen de Dios, hacia el poder y la dignidad real pura y total. Y sólo con este poder real, esta dignidad y este modo de ser el hombre puede ser el sumo sacerdote que es lo suficientemente puro para vivir en «el santo de los santos». |
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