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La conciencia de rey hoy  1991. En los reyes de hoy no hay nada de este tipo. Hoy la conciencia autorizada de rey no es para el pueblo ningún punto fijo que lo pueda educar. El rey no representa ninguna conciencia futura ni ninguna conciencia ideal, en este caso corre el riesgo de ser destronado. Necesariamente tiene que tener la religión oficial o concepto de la vida de la mayoría. Por lo general, esto está ratificado en una constitución formulada por el pueblo. Por consiguiente, es la mayoría la que hoy determina la conciencia del rey, no el rey quien determina la conciencia de la mayoría. Y aquí tenemos la causa más importante del desmoronamiento de la dignidad de rey. El rey ya no tiene la libertad mental o espiritual soberana, que era el medio a través del cual podía hacer que el pueblo evolucionase hacia los ideales del camino por el que este pueblo tenía que caminar, según las leyes divinas en vigor. No es ningún soberano verdadero u hombre libre, sino un esclavo de la mayoría, aunque esta esclavitud esté recubierta de oro y camuflada en palacios, oro y púrpura. El principio cósmico del ciclo, a través del cual se controlan todas las manifestaciones del universo y, con ello, también la evolución de la humanidad, lleva consigo que para los hombres terrenos la mentalidad del futuro vaya en dirección a la liberación del principio mortífero en todos los ámbitos y en todos los problemas de la vida. La mentalidad del futuro es el verdadero y absolutamente puro cristianismo, es decir, el cumplimiento del quinto mandamiento, «no matarás», mandamiento que, en realidad, sólo puede cumplirse a través del otro gran mandamiento del cristianismo o redención del mundo, «amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo».


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